Cientos de palpitaciones. Incesantes, imparables. Han pasado tan solo unos segundos. Sin origen y sin destino. Sin razón. Sin pasado ni futuro. Tan solo presente incierto. Marchitable. Ojos cerrados combinados con los pensamientos. Bloqueados con una cerradura a la que nadie tiene acceso. Fracturas en lo fuertemente arraigado. Comienza a deshacerse todo. Momento de vacío. Oscuridad y nuevos reflejos de luz. Pero tan solo espejismos.
Los latidos van cesando. El frío vuelve a llegar. De nuevo todo sumido en la oscuridad. Pero con la huella presente.
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