Suele llegar un momento, en la que se necesitan y se acude a ellas. Verdaderamente no es entusiasmo lo que se siente al visitarlas, tan solo son un lugar de paso para lograr un objetivo, para llegar a otra parte. Nadie piensa en ellas de manera especial. Nadie suele tener momentos inolvidables ahí. De ninguna manera un grupo de personas iría a esos sitios para pasar un buen rato de manera cíclica.
Suelen ser, como ya he dicho, momentos puntuales. Con el tiempo incluso dejará de ser algo imprescindible, y ni se acordarán de que una vez las usaron.Así son las estaciones. Bus, tren... Tienen algo especial, unen y separan caminos, nos facilitan la vida, nos irritan...
Aún con todo, nadie tiene un espacio guardado para ellas en su memoria. Ni las recuerda con cariño. O ni las recuerda. Pero ahí están.
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