Como sea.
Me gusta ir de compras. Disfruto con ello. Pero eso no significa que sea pija ni materialista.
Puedo ponerme pantalones muy cortos. Puedo ponerme escotes. Pero también puedo ponerme jerseys. No visto para provocar, sino para gustarme a mí misma, y decido mi vestimenta en base a eso. Jamás me consideraré una puta por hacer lo que quiera con mi estilo. Y nadie debería juzgar a nadie por apariencias.
Me apasiona el rock, pero eso no me obliga a no poder disfrutar un sábado de poder bailar lo que me apetezca, ni a irme de fiesta. Un gusto no elimina la posibilidad otro. Un extremo no tiene por qué rechazar al otro.
Me da igual no ser una supermodelo. Me da igual no saber hacer fotos buenas. Porque si es lo que me gusta, no voy a parar de hacerlo. Criticar por ello no es una opción.
Nada en mí llega al punto de ser extremo. Tampoco aspiro a ello. Prefiero ser una masa multicolor a quedarme estancada en la posibilidad de ser blanco o negro, como le pasa a mucha gente. Todos estamos expuestos a cambios constantes, y la creencia de que todo va a ser para siempre no es más que una excusa para no aceptar el futuro. Una máscara ante el miedo.
¿Qué pretendo con esto? Como siempre, transmitir un mensaje. Deja a la gente ser quien es.
No tenemos derecho.
No tenemos derecho a decidir por nadie.
No tenemos derecho a juzgar a nadie.
Este post, por ejemplo, es sencillamente para firmarlo y ponerle sello, fecha y firma. Pero por si te hace falta una autoridad un poco superior para respaldarlo, basta el evangelio de San Lucas (6,37), no juzguéis y no seréis juzgados.
ResponderEliminarQue nadie te diga lo que tienes que hacer, nunca, hay que estar por encima de ello. Es una tarea difícil, a veces lleva toda una vida, pero es tremendamente satisfactorio, y al final casi obligado para los que vivimos solos. Conoces el concepto de maverick? Alguien que, mejor o peor, sigue su propio camino, satisfecho y curioso.
Lo que cuentas de que todo cambia ya lo decía Nietzsche, y no es de extrañar que la gente necesite máscaras -qué gran expresión la tuya- por no poder soportar la idea de que nada, nada, es para siempre. Quién querría vivir para siempre?
Hora de dormir, esperemos que mañana el día sea mejor...